Millones de lazos de realimentación están entrelazados de
tal modo que la organización interna de un organismo vivo puede adaptarse
continuamente a las exigencias ambientales. Podemos desarmar una máquina en
partes y ensamblarla de nuevo para que funcione normalmente, pero esto es
ridículo pensarlo para un organismo vivo. Y entonces, ¿por qué lo hacemos? Lo
hacemos permanentemente, por ejemplo, con un sistema de mercado, que es un
organismo vivo y auto-organizativo.
Lo hacemos también cuando estudiamos la estabilidad de los
sectores industriales. (¿!)
Buzzel en 1981 sugirió que los patrones de participación en
mercados estables seguían una distribución semilogarítmica. El Boston
Consulting Group en 1976 desarrolló un modelo en el que los mercados estables
tenían solamente tres competidores significativos cuyas participaciones
respondían a la relación 4:2:1.
El share ha sido la variable tradicional para idear una
estrategia competitiva. Luego apareció Porter, el gran teórico de la
estrategia. Porter agregó otras variables, para no hacer residir el análisis
solo en el share, como por ejemplo, la idea conceptual de la naturaleza de los
competidores.
Según Porter, hay competidores “malos” y competidores “buenos”, y
el estratega debe planificarlos para mantener la estabilidad del sector.
Otra variable muy importante que agrega Porter al
desarrollar su modelo de estabilidad de un sector industrial, es el patrón de
la estrategia genérica del sector. El líder de un sector, debe manejar las
cosas como para que la parte del mercado que no posee esté en manos de varios
competidores, y no de uno solo, de manera que éstos se ataquen entre ellos y no
lo molesten.
Esto parece ser el mismo problema que se plantea en el
ejemplo del tráfico en la autopista.
Sin embargo, el análisis de Porter sigue siendo lineal y
newtoniano, y está de acuerdo con las corrientes científicas de pensamiento de
fines del Siglo XX. Su análisis está hecho sobre la base de la “supervivencia
del más apto” de Darwin, otro científico reduccionista.
En definitiva, los
hombres de negocios que lideran (por share) un mercado, se ven a sí mismos como
un eslabón superior en la cadena evolutiva darwiniana.
Pero Darwin también está en discusión desde hace un tiempo,
cuando se trata de hacer coincidir su teoría con los argumentos de la teoría
del caos...
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